Desarrollo en la Infancia.

Ya en el embarazo se inicia el desarrollo psicosexual. Durante la gestación se produce la diferenciación sexual, diferenciación genética (XX, XY), diferenciación gonadal (testículos u ovarios) y diferenciación genital (pene o vulva).

Al nacer, los infantes tienen un patrón de conducta sexual muy poco diferenciado. Con excepción de los órganos genitales, distintos para cada sexo, el comportamiento motor y sensorial es semejante en el niño y la niña.

Los órganos sexuales están poco desarrollados, la cantidad de hormonas sexuales en sangre es muy pequeña y las sensaciones de placer no han adquirido aún significados específicos. En los dos primeros años de vida, el desarrollo corporal y sensitivo de una criatura es extraordinario.

Durante la primera infancia los niños y las niñas presentan una gran capacidad de aprendizaje, que se va adquiriendo mediante juegos y actividades por conductas de imitación o exploración…

En el primer año de vida, la mayoría de niños descubre el placer de la autoestimulación genital.

En los dos primeros años de vida, se produce la identificación sexual y se empieza ha adquirir un rol de género (vestimenta, juegos, comportamiento, etc.) A partir de los 2 años, van autodenominándose como «niño» o «niña» y entre los 2-3 años se autoclasifican adecuadamente,

De los 2 a los 6-7 años, no tienen unos cambios fisiológicos significativos, sin embargo ya tienen bien adquirido la identidad sexual y roles de género.

Hacia los 3-4 años, los niños pueden comenzar a tener juegos sexuales con amigos. Las erecciones del pene, los roces con las niñas preescolares, los juegos de exploración sexual, tocarse y rozarse los genitales de uno mismo…

De esta forma van adquiriendo la identidad sexual y de género, desconocen que su asignación sexual será permanente y su dependencia biológica y social.

Los niños sienten gran curiosidad por el cuerpo (propio o de alguien cercano), explorándolo de formas diversas (comparando, tocando, incluso con actitudes de carácter masturbatorio) y realizando preguntas de carácter sexual sin sentirse avergonzados. Buscan continuamente información sexual y una mayor comprensión sobre la naturaleza de la vida sexual.

La sociedad de manera tradicional, ha dispuesto restricciones sobre la sexualidad infantil. Existe una tendencia a evitar los estímulos sexuales, a inhibir los impulsos sexuales, a prohibir el juego erótico y a reducir o prohibir la autoestimulación sexual.

Aquí es donde entra en juego los adultos de alrededor que se encargan de su educación. La actitud prestada por los adultos según el sexo del infante (femenino o masculino) es un gran hándicap, influyendo en las expectativas de su crecimiento.

Las relaciones afectivas con los progenitores se convierten en un elemento fundamental en el aprendizaje social. Además contribuirán en la elaboración del concepto de sexo y sexualidad. A través de sus experiencias y de la información obtenida de su entorno los niños y las niñas irán elaborando su propio concepto de sexualidad.
                                                                                                  
   
                  PROCESO DE DESCUBRIMIENTO DEL SEXO INDIVIDUAL. 



1. El descubrimiento del sexo individual tiene dos facetas: El reconocimiento de sus órganos sexuales y la comprensión de que son diferentes de los del otro sexo

2. La identificación con el modelo de su propio sexo

3. A los 2 años: ya sabía si era niño o niña, pero dicho conocimiento era más social que anatómico, es decir, se basaba en el vestido, el pelo, la posición de hacer pis,…

4. A los 3 años: el niño descubre, siempre que tenga ocasión de observarlas, las diferencias anatómicas de los sexos. Anteriormente ya había explorado sus órganos sexuales, más como objeto personal que como carácter propio de su sexo.

5. Para el niño es fundamental el momento en que percibe la existencia de una diferencia sexual.
6. El niño se va a reconocer como individuo antes que reconocerse como sexo.

7. Cuando ya se ha establecido el sentimiento de individualidad, el niño debe reconocer su pertenencia a un sexo.

8. Mediante sus observaciones el niño toma plena conciencia de que existe una madre de sexo femenino y un padre de sexo masculino.

9. Tanto los niños como las niñas realizan investigaciones recíprocas que les proporcionan respuestas precisas a los problemas de las diferencias sexuales.

                

                     PROCESO DE IDENTIFICACIÓN CON SU PROPIO SEXO. 




Una vez que el niño ha descubierto su propio sexo,intentará por esa forma discriminativa de su pensamiento, ver las semejanzas y diferencias que existen entre él y los que son como él.

1. Mediante la imitación, el niño asume el tipo de conducta que la cultura le asigna a su sexo.

2. El padre y la madre adquieren una importancia distinta para sus hijos, según sean éstos varones o hembras

3. Tanto unos como otros quieren mucho a sus padres y tienen necesidad de ellos, pero los varones comienzan a comprender que son del mismo sexo que el padre y las niñas toman conciencia de que ellas son como su madre
                                                                                                                            
 4. Los modelos de comportamiento de padre y madre serán decisivos en esta identificación. La separación voluntaria entre sexos es un paso más en reconocer sus propias diferencias y amoldarse a un modelo que le brinde seguridad y aceptación

5. Las diferencias no han de llevar connotaciones de valía de uno sobre otro sexo, sino la importancia que ambos tienen en el desarrollo personal






No hay comentarios:

Publicar un comentario